12 Enero 2016

El metro cuadrado en un almacén resulta caro. Es importante utilizar el espacio de forma óptima, sobre todo en lo referente a logística y manejo de materiales, donde los márgenes a menudo son reducidos. Utilizar una carretilla elevadora compacta y maniobrable se hace indispensable. Pero el responsable del almacén se enfrenta con frecuencia a un dilema: ¿optamos por maniobrabilidad o invertimos en una carretilla elevadora de mayor tamaño pero más potente?.

Lógicamente, los fabricantes siempre buscan combinar estos requisitos contrarios (agilidad frente a potencia). Al final, elementos como el diseño, la construcción y las dimensiones de una carretilla pueden marcar la diferencia, pero también las soluciones ingeniosas pueden contribuir a optimizar la maniobrabilidad, y, por consiguiente, el uso del espacio. Las soluciones inteligentes también permiten incrementar aún más la productividad. Y una de esas soluciones es la transmisión dual.

Transmisión dual

En un sistema de transmisión doble, también conocido como transmisión dual, el eje delantero de la carretilla está equipado con dos motores de transmisión independientes: uno para cada rueda. Los motores de transmisión pueden hacer girar las ruedas en la misma dirección. Hasta aquí nada especial.
La genialidad reside en la capacidad para hacer girar las ruedas delanteras en direcciones opuestas, permitiendo a la carretilla moverse y maniobrar con precisión en los espacios reducidos. Además, la carretilla no retrocede cuando gira lateralmente, lo que reduce aún más el radio de giro y minimiza el riesgo de daños.

Fluidez y maniobrabilidad

Una carretilla elevadora de cuatro ruedas con transmisión dual es casi tan maniobrable como una de tres ruedas. Prácticamente puede girar sobre su propio eje. Intente combinar esto con una rotación de eje trasero de más de 100 grados y obtendrá giros muy cerrados. Conducir aún resulta más fácil y agradable si la carretilla asiste al conductor con una reducción de velocidad progresiva y automática en las curvas.

Ventajas adicionales

Y si esto no es suficiente, el concepto de transmisión dual ofrece otras ventajas. Por un lado, el principio garantiza una tracción máxima y, por consiguiente, una mayor seguridad. Por otro lado, también es de esperar que los neumáticos duren más que en una carretilla de transmisión convencional. La ventaja de este concepto se ha más que triplicado.

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